martes, 29 de diciembre de 2015



  • Si bien antes se pensaba que el abuso y la dependencia de las drogas eran resultado de una “debilidad moral”, en la actualidad se considera que influyen una combinación de factores biológicos y psicosociales. 
  • Dimensiones biológicas: influencias genéticas y familiares; influencias neurobiológicas: en su mayor parte, las experiencias placenteras manifestadas por quienes consumen sustancias psicoactivas explican en parte por qué la gente sigue consumiéndolas. En otras palabras, quizá lo que tengan en común las sustancias psicoactivas sea la capacidad de activar “ruta del placer” y proporcionar al consumidor una experiencias placentera, al menos por un tiempo.
  • Un aspecto que espera explicación es la forma en que las drogas no solo proporcionan experiencias placenteras (reforzamiento positivo), sino también como ayudan a eliminar experiencias desagradables como el dolor, las sensaciones de enfermedad o la ansiedad (reforzamiento negativo).
  • De la misma manera, una propiedad de las drogas psicoactivas es que evitan que la gente se siena mal, efecto que es tan poderoso como hacer que se sienta bien. 



  1. Consumo experimental y recreativo (lúdico).
  1. Consumo de drogas psicoactivas para aliviar síntomas o problemas.
  1. Consumo inicial por las razones anteriores pero con desarrollo de dependencia y uso continuado para aliviar las molestias o la abstinencia.
  • reducción de la ansiedad y de tensión
  • júbilo, euforia u otros cambios de humor placenteros para el consumidor
  • sentimientos de aumento de la capacidad física y mental
  • modificación de la percepción sensorial y cambios en el comportamiento.


Dimensiones psicológicas:




§  Reforzamiento positivo: se ha demostrado que las sustancias que consume la gente y que alteran su estado de ánimo  y su comportamiento poseen efectos únicos. La elevación experimentada con la heroína difiere de forma sustancial de la experiencia de fumarse un cigarrillo, la cual a su vez se diferencia de los efectos de las anfetaminas o el LSD. Con todo, es importante señalar las semejanzas en la forma en que los individuos reaccionan a la mayor parte de estas sustancias. Las sensaciones resultantes de consumirlas son placenteras de cierta forma y algunas personas seguirán consumiendo drogas a fin de experimentar de nuevo el placer.

§  Reforzamiento negativo: La mayoría de los investigadores han considerado la forma en que las sustancias reducen las sensaciones desagradables por medio del reforzamiento negativo. Muchas personas tienen probabilidades de iniciar  y continuar el consumo de sustancias para escapar de las situaciones desfavorables de su vida (dolor físico (opiáceos), tensión  (alcohol) o pánico u ansiedad (benzodiacepinas)). 

Dimensiones sociales: se necesita, pues, un planteamiento completo de los trastornos relacionados con sustancias que comprenda tanto las influencias psicosociales como las biológicas para que la preocupación social se trate de manera adecuada.


Dimensiones culturales: cada cultura posee sus propias preferencias en cuanto a las sustancias psicoactivas, así como sus propias prohibiciones sobre las sustancias que encuentran inaceptables. Las normas culturales influyen en las tasas de abuso y dependencia de las sustancias.

Drogodependencia
Se puede llamar también enfermedad por consumo de sustancias, abuso de fármacos o habituación a fármacos. No es posible una definición precisa, ya que depende del tipo de sustancia y el riesgo de dependencia producido. La adicción se refiere al estilo de vida que supone la drogodependencia, tanto físico como psicológico, pero se caracteriza fundamentalmente por el uso compulsivo y continuo. El abuso de drogas se entiende como desaprobación social e incluye diferentes tipos de comportamiento:

El consumo lúdico o recreacional de drogas se está convirtiendo de forma creciente en parte de nuestra cultura, aunque no es admitido socialmente, por regla general y a menudo es ilegal. Los consumidores que aparentemente no sufren daño tienden al empleo episódico, empleando dosis relativamente bajas, evitando la toxicidad clínica y el desarrollo de tolerancia y dependencia física. El consumo de este tipo generalmente se acompaña de ritualización y raramente se practica en soledad. La mayoría de las drogas utilizadas de esta forma son estimulantes o alucinógenos Los agentes depresores raramente se consumen de esta forma, excepción hecha del alcohol.

La dependencia psicológica incluye sentimientos de insatisfacción y un deseo compulsivo de repetir la administración para producir placer o para evitar el malestar. El estado mental es un factor importante implicado en el consumo de drogas psicotrópicas y en el caso de algunas drogas solo es esta dependencia psicológica la implicada en el consumo compulsivo. La dependencia física es un estado de adaptación a la droga que se acompaña de desarrollo de tolerancia y se manifiesta con un síndrome de abstinencia o retirada y la tolerancia es lanecesidad de aumento de dosis para obtener el mismo efecto, mientras que el síndrome de abstinencia se caracteriza por efectos fisiológicos indeseados que se producen cuando se interrumpe el consumo de droga.

Las drogas que producen dependencia actúan sobre el sistema nervioso central y presentan uno o más de los siguientes efectos:
La tendencia del hombre para tomar drogas es compartida por los mamíferos. Los animales de laboratorio aprenden rápidamente a autoadministrarse toda sustancia que provoca una autoestimulación y si disponen de suministro continuo, las pautas de autoadministración son iguales a las observadas en humanos, con búsqueda compulsiva de la droga , lo que indica que no es necesario de forma imprescindible una psicopatología preexistente en los adictos, ya que las mismas drogas son factores muy poderosos de cumplimiento.
El abuso de drogas, casual o compulsivo, puede considerarse como un comportamiento que se mantiene por sus consecuencias; cuando éstas refuerzan una forma de conducta, son reforzadoras, que pueden reforzar la conducta anterior de la toma de la droga  con un efecto placentero (refuerzo positivo) o terminando con alguna situación aversiva para el individuo (refuerzo negativo) como es el alivio del dolor o ansiedad. El refuerzo secundario o social es independiente de los efectos farmacológicos de la droga y puede tener un papel importante. El uso de drogas puede conferir cierta categoría social, permite el ingreso en un grupo social determinado o es causa de aprobación o admiración en su entorno. A veces este refuerzo social mantiene la conducta experimental del individuo, hasta que se llega a apreciar el efecto primario de la droga o se toleran los efectos aversivos iniciales de la droga . Esto es muy típico de drogas socialmente aceptadas, como los efectos iniciales del tabaco.
El desarrollo de la dependencia física da lugar a otra variedad de refuerzo: cada vez que la administración de una droga  alivia las molestias provocadas por la retirada de ésta, el comportamiento anterior de uso de la droga tiene un nuevo refuerzo. Tras el síndrome de abstinencia, el uso puede aliviar el malestar y producir euforia.