- Si bien antes se pensaba que el abuso y la dependencia de las drogas eran resultado de una “debilidad moral”, en la actualidad se considera que influyen una combinación de factores biológicos y psicosociales.
- Dimensiones biológicas: influencias genéticas y familiares; influencias neurobiológicas: en su mayor parte, las experiencias placenteras manifestadas por quienes consumen sustancias psicoactivas explican en parte por qué la gente sigue consumiéndolas. En otras palabras, quizá lo que tengan en común las sustancias psicoactivas sea la capacidad de activar “ruta del placer” y proporcionar al consumidor una experiencias placentera, al menos por un tiempo.
- Un aspecto que espera explicación es la forma en que las drogas no solo proporcionan experiencias placenteras (reforzamiento positivo), sino también como ayudan a eliminar experiencias desagradables como el dolor, las sensaciones de enfermedad o la ansiedad (reforzamiento negativo).
- De la misma manera, una propiedad de las drogas psicoactivas es que evitan que la gente se siena mal, efecto que es tan poderoso como hacer que se sienta bien.
- Consumo experimental y recreativo (lúdico).
- Consumo de drogas psicoactivas para aliviar síntomas o problemas.
- Consumo inicial por las razones anteriores pero con desarrollo de dependencia y uso continuado para aliviar las molestias o la abstinencia.
- reducción de la ansiedad y de tensión
- júbilo, euforia u otros cambios de humor placenteros para el consumidor
- sentimientos de aumento de la capacidad física y mental
- modificación de la percepción sensorial y cambios en el comportamiento.
Dimensiones psicológicas:
§ Reforzamiento
positivo: se ha demostrado que las sustancias que consume la gente y que
alteran su estado de ánimo y su comportamiento poseen efectos únicos. La
elevación experimentada con la heroína difiere de forma sustancial de la
experiencia de fumarse un cigarrillo, la cual a su vez se diferencia de los
efectos de las anfetaminas o el LSD. Con todo, es importante señalar las
semejanzas en la forma en que los individuos reaccionan a la mayor parte de
estas sustancias. Las sensaciones resultantes de consumirlas son placenteras de
cierta forma y algunas personas seguirán consumiendo drogas a fin de
experimentar de nuevo el placer.
§ Reforzamiento
negativo: La mayoría de los investigadores han considerado la forma en que las
sustancias reducen las sensaciones desagradables por medio del reforzamiento
negativo. Muchas personas tienen probabilidades de iniciar y continuar el
consumo de sustancias para escapar de las situaciones desfavorables de su vida
(dolor físico (opiáceos), tensión (alcohol) o pánico u ansiedad
(benzodiacepinas)).
Dimensiones sociales: se necesita, pues, un planteamiento
completo de los trastornos relacionados con sustancias que comprenda tanto las
influencias psicosociales como las biológicas para que la preocupación social
se trate de manera adecuada.
Dimensiones culturales: cada cultura posee sus propias preferencias
en cuanto a las sustancias psicoactivas, así como sus propias prohibiciones
sobre las sustancias que encuentran inaceptables. Las normas culturales
influyen en las tasas de abuso y dependencia de las sustancias.
Drogodependencia
Se puede llamar también enfermedad por consumo de sustancias, abuso
de fármacos o habituación a fármacos. No es posible una definición precisa,
ya que depende del tipo de sustancia y el riesgo de dependencia producido. La adicción se refiere al
estilo de vida que supone la drogodependencia, tanto físico como psicológico,
pero se caracteriza fundamentalmente por el uso compulsivo y continuo.
El abuso de drogas se entiende como desaprobación social e
incluye diferentes tipos de comportamiento:
El consumo
lúdico o recreacional de drogas se está convirtiendo de forma
creciente en parte de nuestra cultura, aunque no es admitido socialmente,
por regla general y a menudo es ilegal. Los consumidores que aparentemente no
sufren daño tienden al empleo episódico, empleando dosis relativamente
bajas, evitando la toxicidad clínica y el desarrollo de tolerancia y
dependencia física. El consumo de este tipo generalmente se acompaña de
ritualización y raramente se practica en soledad. La mayoría de las drogas
utilizadas de esta forma son estimulantes o alucinógenos Los agentes depresores raramente se consumen de esta forma, excepción hecha del alcohol.
La dependencia
psicológica incluye sentimientos de insatisfacción y un deseo
compulsivo de repetir la administración para producir placer o para evitar el
malestar. El estado mental es
un factor importante implicado en el consumo de drogas psicotrópicas y en el
caso de algunas drogas solo es esta dependencia psicológica la implicada en el
consumo compulsivo. La dependencia física es un estado de adaptación a la droga
que se acompaña de desarrollo de tolerancia y se manifiesta con un síndrome de abstinencia o retirada y la
tolerancia es lanecesidad de aumento de dosis para obtener el mismo efecto,
mientras que el síndrome de abstinencia se caracteriza por efectos fisiológicos
indeseados que se producen cuando se interrumpe el consumo de droga.
Las drogas que producen dependencia actúan sobre el sistema nervioso
central y presentan uno o más de los siguientes efectos:
La tendencia del hombre para tomar drogas es
compartida por los mamíferos. Los animales de laboratorio aprenden rápidamente
a autoadministrarse toda sustancia que provoca una autoestimulación y si
disponen de suministro continuo, las pautas de autoadministración son iguales a
las observadas en humanos, con búsqueda compulsiva de la droga ,
lo que indica que no es necesario de forma imprescindible una psicopatología
preexistente en los adictos, ya que las mismas drogas son
factores muy poderosos de cumplimiento.
El abuso de drogas, casual o compulsivo, puede considerarse
como un comportamiento que se mantiene por sus consecuencias; cuando éstas
refuerzan una forma de conducta, son reforzadoras, que pueden reforzar la
conducta anterior de la toma de la droga con
un efecto placentero (refuerzo positivo) o terminando con alguna
situación aversiva para el individuo (refuerzo negativo) como es el
alivio del dolor o ansiedad. El refuerzo secundario o social es
independiente de los efectos farmacológicos de la droga y
puede tener un papel importante. El uso de drogas puede
conferir cierta categoría social, permite el ingreso en un grupo social determinado
o es causa de aprobación o admiración en su entorno. A veces este refuerzo
social mantiene la conducta experimental del individuo, hasta que se llega a
apreciar el efecto primario de la droga o se toleran los efectos aversivos
iniciales de la droga .
Esto es muy típico de drogas socialmente
aceptadas, como los efectos iniciales del tabaco.
El desarrollo de la dependencia física da lugar a otra variedad de
refuerzo: cada vez que la administración de una droga alivia
las molestias provocadas por la retirada de ésta, el comportamiento anterior de
uso de la droga tiene un nuevo refuerzo. Tras el síndrome de abstinencia, el
uso puede aliviar el malestar y producir euforia.